Las obras más significativas de la literatura griega son las epopeyas llamadas Ilíada y Odisea, atribuidas a Homero aunque no se sabe si fue su autor.
La Ilíada.- Es el poema épico más antiguo cuyo contenido se centra en el cólera del héroe Aquiles, el culto a los muertos, tradiciones religiosas locales, etc., sobre los que planea la divinidad, en forma de distintos dioses que intervienen de manera directa en la vida de los hombres. El argumento central es la toma de la ciudad de Troya donde también encontramos la muerte de Patroclo, amigo de Aquiles, la despedida de Héctor y Andrómana, entre otras.
La Odisea.- Es la que relata el viaje de regreso de Ulises a Ítaca después de participar en la guerra de Troya. A diferencia de la Ilíada, consta de varios episodios, por lo general inconexos, en los que se describen las aventuras y peripecias del héroe hasta su llegada a la isla natal. Son particularmente conocidos los episodios del cíclope, el de la diosa Circe, que convierte a los hombres en animales, el de las sirenas y el de Penélope, esposa del héroe, que durante el día teje y por la noche deshace la labor de su telar para posponer el cumplimiento de su boda con el pretendiente que deberá elegir al acabar el tejido.
Otros autores emblemáticos fueron Hesíodo que escribió en el último tercio del siglo VII a. de C. Su poema Erga kai emerai (Los trabajos y los días) es una descripción de las faenas agrícolas. También se le atribuye una Theogonia (Teogonía), interesante para el conocimiento de los dioses griegos.
En el género de la poesía que se interpretaba con acompañamiento musical tenemos a la poetisa Safo de Lesbos, que vive en último tercio del siglo VII y principios del VI a. de C. Anecreontes (560-475 a. de C.) se distingue por sus cortos y graciosos poemas sobre el amor y los deleites sensuales.
El teatro.- La manifestación más atractiva de la literatura griega está en el teatro y en concreto en la tragedia. Las obras trágicas poseen un cariz netamente popular, enraizado en las tradiciones griegas. El primero de los autores trágicos helénicos, Esquilo (525-456 a. de C.) nace en Eleusis, ciudad célebre por sus misterios, y participa en la batalla de Maratón. Escribe unas setenta obras, de las que se conservan tan sólo siete; al parecer, Esquilo compone sus tragedias en series de tres (trilogías), de las que sólo queda completa una, la Oresteia. Los Persai (Los persas) es la única obra de Esquilo que trata de un tema no mitológico, canta la lucha del pueblo griego contra Jerjes. La obra cumbre de este autor es su trilogía de la Orestíada, compuesta por Agamemnon (Agamenón), Joeforai (Las coeforas) y Eumenides ( Las euménides). La primera trata del asesinato de Agamenón a manos de su esposa Clitemnestra y su amante Egisto; la segunda, de la venganza de los hijos de Agamenón, Orestes y Electra, y la tercer, de la persecución de Orestes por las erinias (diosas vengadoras de los crímenes) y su absolución por el Tribunal de Atenas.
Sófocles es otro de los grandes autores de teatro griego. Escribió más de un centenar de tragedias de las que sólo se conservan siete, la mayoría de fecha incierta: Aias (Ayax), sobre el héroe homérico; Electra (Electra), matadora, con Orestes, de su madre Clitemnestra, tema relacionado con el de Las Coéforas de Esquilo; Antigone (Antífona), conflicto entre las leyes humanas y divinas: Antífona decide sepultar el cadáver de su hermano Polinice contraviniendo las órdenes de su tío.
Eurípides es el tercero de los grandes trágicos griegos. Se diferencia de los dos anteriores en que su teatro es mucho más complicado tanto en la trama como en los personajes, que se humanizan y desmitifican más. Del medio centenar de obras que hizo sólo se conservan diecisiete tragedias y un drama satírico. Las más importantes son Alkestes (Alcestes, 438), drama de la mujer que mata para proporcionar inmortalidad a su marido; Medeia (Medea, 431), terrible drama de celos en el que Medea, esposa de Jasón, mata por despecho a su rival y a sus propios hijos; Andromake (Andrómana, 426), sobre la vida de Héctor, convertida en esclava de Pirro.
La Ilíada.- Es el poema épico más antiguo cuyo contenido se centra en el cólera del héroe Aquiles, el culto a los muertos, tradiciones religiosas locales, etc., sobre los que planea la divinidad, en forma de distintos dioses que intervienen de manera directa en la vida de los hombres. El argumento central es la toma de la ciudad de Troya donde también encontramos la muerte de Patroclo, amigo de Aquiles, la despedida de Héctor y Andrómana, entre otras.
La Odisea.- Es la que relata el viaje de regreso de Ulises a Ítaca después de participar en la guerra de Troya. A diferencia de la Ilíada, consta de varios episodios, por lo general inconexos, en los que se describen las aventuras y peripecias del héroe hasta su llegada a la isla natal. Son particularmente conocidos los episodios del cíclope, el de la diosa Circe, que convierte a los hombres en animales, el de las sirenas y el de Penélope, esposa del héroe, que durante el día teje y por la noche deshace la labor de su telar para posponer el cumplimiento de su boda con el pretendiente que deberá elegir al acabar el tejido.
Otros autores emblemáticos fueron Hesíodo que escribió en el último tercio del siglo VII a. de C. Su poema Erga kai emerai (Los trabajos y los días) es una descripción de las faenas agrícolas. También se le atribuye una Theogonia (Teogonía), interesante para el conocimiento de los dioses griegos.
En el género de la poesía que se interpretaba con acompañamiento musical tenemos a la poetisa Safo de Lesbos, que vive en último tercio del siglo VII y principios del VI a. de C. Anecreontes (560-475 a. de C.) se distingue por sus cortos y graciosos poemas sobre el amor y los deleites sensuales.
El teatro.- La manifestación más atractiva de la literatura griega está en el teatro y en concreto en la tragedia. Las obras trágicas poseen un cariz netamente popular, enraizado en las tradiciones griegas. El primero de los autores trágicos helénicos, Esquilo (525-456 a. de C.) nace en Eleusis, ciudad célebre por sus misterios, y participa en la batalla de Maratón. Escribe unas setenta obras, de las que se conservan tan sólo siete; al parecer, Esquilo compone sus tragedias en series de tres (trilogías), de las que sólo queda completa una, la Oresteia. Los Persai (Los persas) es la única obra de Esquilo que trata de un tema no mitológico, canta la lucha del pueblo griego contra Jerjes. La obra cumbre de este autor es su trilogía de la Orestíada, compuesta por Agamemnon (Agamenón), Joeforai (Las coeforas) y Eumenides ( Las euménides). La primera trata del asesinato de Agamenón a manos de su esposa Clitemnestra y su amante Egisto; la segunda, de la venganza de los hijos de Agamenón, Orestes y Electra, y la tercer, de la persecución de Orestes por las erinias (diosas vengadoras de los crímenes) y su absolución por el Tribunal de Atenas.
Sófocles es otro de los grandes autores de teatro griego. Escribió más de un centenar de tragedias de las que sólo se conservan siete, la mayoría de fecha incierta: Aias (Ayax), sobre el héroe homérico; Electra (Electra), matadora, con Orestes, de su madre Clitemnestra, tema relacionado con el de Las Coéforas de Esquilo; Antigone (Antífona), conflicto entre las leyes humanas y divinas: Antífona decide sepultar el cadáver de su hermano Polinice contraviniendo las órdenes de su tío.
Eurípides es el tercero de los grandes trágicos griegos. Se diferencia de los dos anteriores en que su teatro es mucho más complicado tanto en la trama como en los personajes, que se humanizan y desmitifican más. Del medio centenar de obras que hizo sólo se conservan diecisiete tragedias y un drama satírico. Las más importantes son Alkestes (Alcestes, 438), drama de la mujer que mata para proporcionar inmortalidad a su marido; Medeia (Medea, 431), terrible drama de celos en el que Medea, esposa de Jasón, mata por despecho a su rival y a sus propios hijos; Andromake (Andrómana, 426), sobre la vida de Héctor, convertida en esclava de Pirro.
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